La siguiente es una muestra de ejemplos de proyectos de los desarrollados por Castelli Arquitectura.
En una localidad cercana a Ciudad Rodrigo un cliente particular encarga a Castelli Arquitectura un estimulante reto: construir en una estrecha parcela urbana una vivienda unifamiliar aislada de 160 metros cuadrados y 4 dormitorios. Las condiciones del terreno obligan a optar por unos cerramientos ligeros sobre los que apoya la cubierta, construida enteramente de madera. Una serie de muros interiores rigidizan la estructura al tiempo que permiten descansar la cumbrera del tejado en la misma, consiguiendo una amplitud interior consustancial a casas mayores. El coste global, gracias a una adecuada planificación inicial, a la negociación con los constructores y a una continua interacción en la obra, con todos los agentes intervinientes, se mantuvo en niveles inferiores a la mayoría de viviendas de su rango. Ver fotos
La vivienda se encuentra en una zona boscosa cercana al mar, en un antiguo campo de cultivo aterrazado cuyo desnivel se aprovechó para construir la casa de modo escalonado.
De esta distribución resultan una planta baja con entrada independiente y una planta principal -en realidad una segunda planta baja desde el jardín superior- con un amplio salón que abre a un porche, una cocina y una zona de dormitorios coincidente con la planta baja situada bajo la misma.
La independencia entre partes se potencia gracias a la forma de T de la planta, con el rincón suroeste mirando hacia el jardín inferior y el rincón sureste -adonde abre el porche- orientado al jardín superior.Ver fotos
En el casco histórico de Hortaleza (Madrid) se levanta una antigua casa con patio de dos plantas más una bodega bajo tierra y una amplio desván bajo cubierta.
Se tuvo que reconstruir gran parte de esta cubierta con una nueva estructura de madera, material que también se empleó para la reconstrucción del forjado intermedio y de la escalera, de modo que los nuevos elementos constructivos respetan la tipología tradicional. En esta línea, se dejaron a la vista, restaurándolos, algunos lienzos de muro, levantados en su día con técnicas mixtas (ladrillo, tapial y adobe).
En este innovador centro de trabajo compartido en el barrio de Comillas, orilla derecha del río Manzanares, se comparten espacios de trabajo y almacenaje. Dirigido al sector de la venta online de la automoción, su uso semiindustrial no impide que el local esté decorado con arreglo al uso administrativo más actual, haciendo de la sala común un lugar confortable en el que el trabajo diario se puede desempeñar de modo distendido.
La división en múltiples almacenes modulares permite la asignación de una o de varias unidades por cada titular, en función de sus necesidades. La luz natural es una prioridad, como lo es el confort espacial en el espacio central.
La CCIS (Cámara de Comercio Italiana en España) necesitaba una nueva sede en Madrid, habiéndose quedado la anterior pequeña. Se escogió un pabellón estilo Beaux Arts, perteneciente al recinto del Consulado de Italia en Madrid, que fue convenientemente rehabilitado a partir de su anterior situación de abandono.
Aunque no ha habido ninguna modificación hacia el exterior por tratarse de un edificio protegido, la intervención ha supuesto la restauración de las estructuras de cubierta y forjado, una nueva distribución, nuevas instalaciones y una imagen interior acorde a la representatividad necesaria. Ver fotos
En la madrileña calle de Joaquín Costa se levanta la sede de la escuela de negocios E.A.E., fruto de una rehabilitación que ha transformado los espacios administrativos en espacios docentes. Para ello ha sido necesario sustituir en tiempo record (el período vacacional) la distribución y acabados, así como dotar al edificio de nuevas escaleras de evacuación.
En el Parque Natural de la Sierra Cebollera, perteneciente a la vertiene soriana del Sistema Ibérico, se encuentra este hotel de tres estrellas que reúne bajo el mismo techo encanto y comodidad. El edificio aprovecha al máximo el soleamiento y las vistas circundantes sobre un espectacular paisaje gracias a la forma del cuerpo de dormitorios, que se escalona para acomodarse a la pendiente, y al que sirve de contrapunto el comedor, visualmente abierto al jardín sur. En la construcción se empleó piedra autóctona para los zócalos y recercados de los huecos, en una composición que juega con la arquitectura tradicional del Cameros Soriano.